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China lo plantea como “una estrategia crucial para el milenio” y aspira a que desahogue a la hiper saturada Pekín, asumiendo parte de sus instituciones
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Se anunció en 2017 y suma ya una inversión milmillonaria que le ha permitido dotarse, entre otros servicios, de un centro de computación urbana
La llaman la “ciudad del futuro” de China. Y aunque semejante título es ya ambicioso de por sí, la nueva área de Xiong´an es en realidad mucho más. Su objetivo es convertirse en una enorme metrópoli que triplique el tamaño de Nueva York, un gigantesco polo de desarrollo con un enfoque “verde”, moderno y con una fuerte apuesta por la tecnología e innovación que se situaría a escasos 100 km al suroeste de Pekín. Uno de sus propósitos es de hecho desahogar la saturada capital China, donde residen alrededor de 21 millones de personas, asumiendo al menos una parte de sus departamentos y empresas estatales “no esenciales”.
El proyecto es desde luego ambicioso.
Tanto, que hay quien asegura que es el preferido de Xi Jinping.
“La ciudad del futuro”. Ese es el apodo que se ha ganado Xiong´an, un ambicioso proyecto impulsado por las autoridades chinas en la provincia de Hebei, a cien kilómetros al suroeste de Pekín. Su propósito es impulsar el desarrollo de la región comprendida entre Pekín, Tianjin Shijiazhuang y desahogar a la populosa y saturada capital del país, asumiendo oficinas de instituciones y empresas que no resulten esenciales para su rol como cabecera administrativa del país.
Los planes anunciados en su día por el Ejecutivo pasan por crear un área de alrededor de 2.000 km2, casi tres veces el tamaño de Nueva York, y un rango de “importancia nacional” comparable con la Zona Económica Especial de Shenzhen o Shanghái Pudong. Todo en un entorno que, según el planning inicial, permitirá a sus residentes disfrutar de una ciudad urbanizada y verde: los residentes tendrán un parque a 300 m de sus hogares y un cinturón de árboles a un kilómetro.
Siete años y miles de millones. El proyecto no es del todo nuevo. China lo anunció a bombo y platillo hace cerca de siete años, en abril de 2017, cuando lo presentó como “una estrategia crucial para el milenio” centrada en tres condados localizados en la región formada por Pekín, Tianjin y Shijiazhuang. “La nueva área, junto a Pekín y Tianjin, formará un conglomerado de ciudades de clase mundial e impulsará todo el crecimiento económico en el norte de China”, celebraba Xing Tianhe, director de la Asociación de Planificación Urbana de Hebei.
Desde entonces Xiong´an ha ido más allá del papel para tomar forma sobre el terreno. En abril CGTN, ligada al Estado chino, hacía balance de los esfuerzos desplegados a lo largo de los últimos años en la zona y la inversión que ya se ha movilizado. Según sus cálculos, a finales de 2022 el área había recibido 510.000 millones de yuanes, equivalente a unos 72.000 millones de dólares, una inyección de fondos notable que se había centrado en 240 proyectos. Las previsiones eran incluso más ambiciosas para 2023, con el lanzamiento de 270 proyectos que movilizarían una inversión total de unos 96.700 millones de dólares.
Llenándose de contenido. Más allá de los datos de inversión, el propio Ejecutivo chino se ha encargado de sacar pecho por las construcciones que han ido tomando forma en la región y la actividad que ha ido captando Xiong´an. En abril y octubre la agencia Xinhua publicó de hecho dos reportajes en los que muestra cómo de avanzados están los edificios del Instituto de Investigación e Innovación, ligado a la Academia de Ciencias, el nuevo centro deportivo, la sede de China Satellite Network Group o el parque industrial de China Telecom.
CGTN precisa que durante los últimos seis años las empresas estatales han creado en Xiong´an más de 140 instituciones y decenas de empresas se han instalado en el Centro de Servicios Empresariales de la región. El objetivo, como se apuntaba ya en 2017, cuando se presentó el proyecto, es desahogar a la vecina Pekín.
En marzo de 2022 Xiong´an contaba ya con alrededor de 4.000 empresas registradas, en su inmensa mayoría —más del 80%— compañías científicas y tecnológicas que se reubicaron desde la capital. En la nueva área se han instalado además universidades, hospitales e instituciones que antes tenían sede en Pekín.
La apuesta tecnológica. Una de las grandes apuestas de Xiong´an es el desarrollo tecnológico. Al planificar la ciudad se ha dado un peso destacado al Internet de las cosas (IoT), la IA, big data y la computación en la nube. Hace tres años se creó en la zona un laboratorio de blockchain y el área se beneficia de un centro de computación urbana de 156 millones de dólares que aspira a convertirse en su “cerebro”, con diferentes plataformas enfocadas en la supercomputación, la computación en la nube, IoT, la IA, la realidad aumentada o la tecnología virtual. Uno de sus propósitos es almacenar un gemelo digital para su desarrollo.
“Xiong´an será un líder en innovación y ofrecerá infinitas posibilidades y oportunidades”, explica Yuan Xiaodong, director de tecnología de Xiong´an Yunwang Technology Co, que participó en el proyecto del Centro de Computación Urbana. No son las únicas demostraciones de la apuesta de la nueva región por el despliegue tecnológico. A finales de 2019 lanzó un proyecto piloto de yuan digital planteando su uso en bancos, supermercados u hoteles, y la ciudad se ha dotado de más de 3.500 estaciones que le garantizan una amplia cobertura 5G.
Bajo la mirada de Xi Jinping. Prueba de la importancia y envergadura del proyecto es que ha merecido una atención especial del máximo líder de china, Xi Jinping. En mayo el dirigente se subió a un tren de alta velocidad para desplazarse hasta Xiong´an, donde visitó la estación de ferrocarriles y una comunidad de “más de 5.000 residentes reubicados”. Los responsables del proyecto han diseñado un paquete de medidas, con incentivos y subsidios, para atraer profesionales a Xiong´an y facilitar al mismo tiempo el desarrollo de industrias en áreas como la tecnología de la información, biotecnología o nuevos materiales.
“El desarrollo de la Nueva Área de Xiong’an es un proyecto de importancia milenaria y debe impulsarse con acciones concretas y esfuerzos sostenidos”, destaca Xi Jinping, quien incidió en la importancia de Xiong´an para liberar a Pekín del peso de funciones que no resultan esenciales para su rol capitalino.
Trabajo por delante. Desde que se anunció, en abril de 2017, Xiong´an ha logrado saltar del papel y tomar forma sobre el terreno poco a poco; pero eso no significa que no le quede trabajo aún por delante. The Economist le dedicaba hace meses un reportaje en el que explica que a pesar del importante número de obras en marcha, solo hay un puñado de proyectos finalizados, y que si bien la región ha mejorado sus comunicaciones con Pekín o Tianjin, lo que le ha permitido recortar el tiempo de viaje desde el oeste de Pekín a apenas 50 minutos, carece aún de una buena red de carreteras entre los diferentes condados que componen Xiong´an.
El medio británico asegura además que hay instituciones que se han resistido a trasladarse a la nueva área desde la capital. Durante su visita de mayo, el propio Jinping hizo un llamamiento para que se afronten “con solidez” los esfuerzos para liberar a Pekín de las tareas no esenciales para su rol de capital. Al proyecto aún le queda un horizonte extenso por delante. Se calcula que la etapa de reubicación durará aún cerca de una década, hasta 2035, y se espera que Xiong´an sea una “ciudad socialista moderna” y funcional para mediados de este siglo.